Cuando comencé a investigar sobre la fraternidad e interesarme por esta, muchos de los integrantes de mi familia me hacían preguntas:
- ¿Qué beneficios me traería?
- ¿Cuánto apoyo económico me brindaría?
Preguntas comunes y normales que se hacen cuando cuando no tenemos muchos conocimientos y estamos sin elementos para poder refutar o hacerles entender la importancia de pertenecer a una orden fraternal.
La fraternidad no sólo te educa, sino que también te hace poner en práctica valores que tenemos incorporados en nuestro ser pero que no usamos a diario, antes de incorporarnos a una logia.
En estos momentos, yo respondería,
- ¿Qué beneficios traería pertenecer a una fraternidad?: El hecho de ser reconocido por un grupo de personas y que te den un trato de amistad especial esa amistad de años, amistad que promueve el trato de hermanos, de familia unida (a pesar del estatus que tengamos en la vida cotidiana) y valores como la honestidad, respeto sobre el criterio ajeno, aunque no pensemos de la misma manera; el apoyo y la comprensión, todo de manera excepcional sin que medie el interés económico ni de otra índole ya que se realiza de manera de manera autónoma, desinteresada y natural porque para lograr eso en los demás hay que ser el principal protagonista.
- ¿Cuánto apoyo económico me brindaría? Con respecto a esto se puede decir que por lo general entregamos más al desarrollo de las logias de lo que estas nos brindan (si no estamos necesitados), pero es gratificante cuando ese sacrificio que se realiza a diario es reconocido por la sociedad e inclusive por hermanos de la orden, también cuando se realizan actividades para la sociedad o para nuestros familiares más allegados como madres, hijos o esposa.
Existen muchas anécdotas sobre mi vida y la fraternidad, pero la más importante para mí fue en una ocasión que me encontraba con un primo mío (miembro de una logia).
Nos encontrábamos merendando en un lugar al aire libre, cuando una señora de edad avanzada se nos acerca y nos reconoce (por los elementos alegóricos comunes de las instituciones fraternales que llevamos y que nos indican que pertenecemos a una logia).
Esta señora al escuchar nuestra afirmación de pertenecer (con gran alegría y satisfacción), nos abraza y continúa diciéndonos ‘Tíos’ (señora que tenía edad para que fuera más que nuestra madre).
Esas palabras de esta mujer sin conocernos y la emoción que reflejaba siempre se ha quedado en mi memoria, recalcándome que las acciones se hacen de corazón y sin esperar nada a cambio, ya que cuando se realiza naturalmente tendremos ese efecto y esa reacción de la sociedad que influirá sobre nuestras vidas y nuestros familiares más cercanos y queridos.
El simple hecho de pertenecer a una orden fraternal es un gran orgullo ya que me ha hecho una mejor persona y ciudadano, cambio mi manera de ver la sociedad y que esta me viera a mí.
Para terminar, les comparto las palabras de Malcom X que dejo: “Creo en la hermandad de todos los hombres, pero no creo en desperdiciar la fraternidad en nadie que no quiera practicarla conmigo. La hermandad es una calle de dos vías.”
Coméntenos sus historias y expongamos parte de la belleza en las instituciones fraternales.
Hno. Discípulo de Honor Leansy Medina González
Log. Soles y Rayos de Oriente N°7.
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