Hoy voy a volver sobre dos fechas de mucha importancia para los cubanos esta vez de mucha carga emotiva e histórica, la primera el 19 de mayo de 1895, caída en combate del patriota, del mambí, del revolucionario, del organizador, del jefe, del delegado, del poeta que al perder la vida en la manigua redentora se convirtió en el apóstol de la independencia cubana, en el inmortal: José Julián Martí y Pérez.
No es posible hablar de Cuba, de su independencia y libertad, sin que figure entre esa pléyade de hombres y mujeres dignos que lo entregaron absolutamente todo para que Cuba fuera libre, una república de todos y con el bien de todos, donde la ley primera fuera la dignidad plena del hombre, ese día que quedo manchada con la sangre del mejor de sus hijos nuestra tierra, pero ese día también marco el sendero hacia la igualdad plena de los cubanos que supieron arrancarle a España la libertad con el filo del machete.
Muchos cayeron antes y después del 19 de mayo para que pudiera llegar el 20 de mayo de 1902 día en que se instauro la nueva república, en que Cuba finalmente formara parte de la comunidad de naciones libres, se izo en el morro de la habana nuestra enseña nacional con el orgullo de ser cubanos mucho fue el sacrificio la entrega desde Luz Caballero y Félix Varela hasta Máximo Gómez y Tomas Estrada Palma, primer presidente de Cuba Libre y por la soberana voluntad de los cubanos, muchos eran los retos para la nueva nación.
España nos dejaba sumidos en el atraso y la insalubridad, pero la voluntad de los cubanos de seguir adelante y construir un país prospero y democrático permitió que en pocos años, el país comenzara abrirse paso y destacar por su progreso entre los países latinoamericanos y del mundo.
Cuba iba en grande, su sociedad civil se desarrollaba vertiginosamente, sus construcciones, entre las que destacan el capitolio nacional el edificio Focsa, el túnel de la habana, la carretera central entre otras muchas obras mostraban al mundo que íbamos por mas, por eso todos los cubanos se sentían orgullosos de serlo y cada 20 de mayo todos celebraban la fecha patria con banderas en sus casas y la costumbre de vestir de blanco como una tradición que se repetía cada año.
Nuestra orden y nuestras logias fueron escuelas de patriotismo y de formación de ciudadanos defensores de la democracia y las libertades, con el esfuerzo de sus miembros se fundaron escuelas se rendía tributo a los héroes de la patria en cada uno de los pueblos de la nación, muchos de sus hijos dieron su vida por su país orgullosos de ser soldados de la libertad.
Nuestro fundador José González Curbelo fue un colaborador estrecho de Martí desde la fundación del P.R.C. y combatió en la manigua como un soldado mas, muchos fueron nuestros hermanos que lo dieron todo para obtener la tan ansiada libertad sería interminable la lista.
Por eso nosotros como fieles herederos de esas tradiciones estamos en la obligación de recordarlos siempre y continuar el camino que ellos tan dignamente nos mostraron.
Santiago Nogueras, GLPI de la Gran Logia de Cuba
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