En esta hora crucial para las Instituciones Fraternales, no vamos a ocultar nuestros sentimientos. Es necesario indagar en nosotros mismos, y buscar muy dentro, ese mañana que soñamos.
Cada paso que damos, lo meditamos, obedece a una estrategia de elevarnos al cumplimiento exacto de una escala de valores, que llamamos en una oportunidad REVALORIZACION, o el rescate del acto de la purificación.
Nunca permitamos que los miembros de nuestra Orden olviden su misión de “amaos y servíos, los unos a los otros”.
Por humilde que sea una colectividad: selecciona, distingue y toma lección de todo lo que le ha sucedido, y le sucede.
Podemos iniciar una nueva era, basada en nuestros valores, y que pudiera llamarse “La cruzada del respeto y del rescate”.
La fuerza de los mejores ejemplos tiene que sobresalir y guiar. Lo mejor en trabajo, en sacrificio, en firmeza, en lucha y en hermandad.
Debemos tener los corazones abiertos y las manos extendidas para ofrecer nuestro esfuerzo, nuestro trabajo, nuestra fe, y tenemos que erradicar de nuestras filas: las pasiones, las pequeñeces, las vanidades, las incomprensiones, el orgullo de creernos mejores que otros, ante los sagrados deberes y los altos intereses de nuestra amada Orden.
Cuando iniciamos el proyecto Soles y Rayos de Oriente No.7, mantuvimos la consigna heredada del Maestro Portuondo y la Federación de Logias Unidas de: “No tenemos nada nuevo que aprender, sin antes recordar lo que hemos olvidado”. Sugerimos que se vuelva a dar valor, que se revalorice la conciencia y la alegría de ser hombres y mujeres de fraternidad. Y la valentía de manifestarlo ante el mundo, y de sentirnos en familia: UNA FAMILIA FRATERNAL.
Esa es la tarea pendiente. No dejemos que otros equivoquen el camino, sigamos por la senda de González Curbelo, y logremos que ellos retomen esta senda magnífica de amor y hermandad que es la Orden Caballero de la Luz.
¿Por qué en el instante de la libertad no nos vamos a convertir en UNA SOLA? Ese es el sueño.
El futuro está en nuestras manos y en nuestros proyectos. Debemos tener fe en un colegio sincronizado, donde el ideal de la Orden, sus Leyes y sus Códigos se conviertan en realidad.
Debemos extraer de nuestro esfuerzo común, nuevas generaciones deseosas de cooperar, de servir y de luchar, por la Orden y los valores universales que la misma propone.
Hay que entusiasmar a nuestras filas. Hacer fácil para los que ingresan, la práctica del arte de la fraternidad, de la cooperación mutua. De la confianza en sí mismos.
Debemos poner nuestros ojos, nuestros corazones y nuestra preocupación en los momentos por los que atraviesa nuestras Orden y en su futuro.
Debemos ponernos TODOS en pie de lucha, haciendo el mayor esfuerzo.
Debemos tener presente, en nuestra conducta, las dos virtudes fundamentales que practicó Don José de la Luz y Caballero, hasta hacer de ellas un culto: LA VERDAD Y LA JUSTICIA.
Se impone un cambio de la forma que hemos utilizado para trasmitir nuestro mensaje. Algunos hermanos, pocos, siempre han dicho que debemos aprovechar todos los medios para divulgar la Orden y su historia, que no solo es la historia de la República de Cuba.
La prensa escrita, radial, televisada o computarizada. Las sesiones internautas por medio de las plataformas al alcance de nuestras manos. Así como abrir las páginas de Internet y canales mostrando qué es la Orden.
En fin debemos utilizar todos los puentes para que los que nos rodean, nos descubran y si sienten la suficiente empatía y si alcanzan el suficiente interés, pues vengan a nosotros, influidos por nuestro mensaje, por nuestra historia y por nuestras ideas.
Mientras más días pasamos en el destierro, más se acentúa el convencimiento de que en una fraternal coordinación de las fuerzas cubanas y no cubanas, tomándose como ejemplo nuestro ideal, es donde radica la clave para alcanzar la nueva Orden a que aspiramos.
Solo superando las barreras del desconocimiento, del recelo y de la desconfianza, las fuerzas de la Orden donde quiera en que se encuentren, dándonos cuenta de que solamente, con espíritu de unidad funcional colectiva, podremos remontar esta estación que vivimos.
No es repitiendo que somos una sola Orden o una orden cubana como vamos a lograrlo, sino deponiendo arrogancias y aspiraciones, para hacernos una Orden Unida en la diversidad y el respeto irrestricto al proyecto de vida y funcionamiento del otro.
No es exigiendo unanimidad, ni uniformidad en todo, sino aceptando, la diversidad en lo posible, dentro de la aspiración común, es como lograremos avanzar al ritmo de los tiempos.
Es fortalecer y afincar el espíritu fraternal que hizo triunfar a nuestro Hno. José Martí.
Esta es la hora de fortificar las relaciones más eficaces con nuestros hermanos en todas partes donde quiera que se encuentren.
Los miembros de la Independiente Soles y Rayos de Oriente No.7, gozan de su hermandad, al tiempo que desean que los demás gocen también de lo mismo hermandad.
Por eso nuestros Templos estuvieron abiertos a todos, están abiertos a todos, y continuarán abiertos a todos.
L.P:. JAVIER ALVAREZ RODRIGUEZ
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