En el mundo de hoy, caracterizado por constantes transformaciones y desafíos, es fundamental recordar las palabras de N.S.M, Don José de la Luz y Caballero: “Soy hombre de lo pasado, pero por mis ambiciones y aspiraciones soy de lo futuro y para lo futuro”. Este aforismo encierra una profunda enseñanza que trasciende el tiempo y sigue siendo relevante en la actualidad.

José de la Luz y Caballero, reconocido filósofo y educador del siglo XIX, entendía la importancia de honrar y aprender del pasado, pero también la necesidad de mirar hacia adelante con audacia y determinación. En sus palabras, encontramos la síntesis de una actitud equilibrada que reconoce la importancia de nuestras raíces y tradiciones, al tiempo que abraza el cambio y la innovación como motores del progreso.

En el contexto de la Orden Caballero de la Luz, esta enseñanza necesita cobrar especial relevancia. Los miembros de nuestra orden, que están comprometidos con la búsqueda de la verdad, la justicia y la sabiduría, deben entender que el cambio es inevitable y necesario para alcanzar sus metas y cumplir con su misión. Al igual que José de la Luz y Caballero, deben ser hombres y mujeres del pasado, respetando la historia y las enseñanzas de sus antecesores, pero también estar orientados hacia el futuro, con ambiciones y aspiraciones que impulsen su crecimiento personal y colectivo, en especial el de las Logias y la orden en general.

El cambio justo y necesario implica no solo adaptarse a las circunstancias cambiantes, sino también ser agentes activos en la construcción de un futuro mejor. En un mundo en constante evolución, es fundamental mantenerse abiertos al aprendizaje, la colaboración y la innovación, buscando siempre nuevas formas de abordar los desafíos que se presentan.

Como miembros de la Orden Caballero de la Luz, se nos invita a abrazar este principio de cambio justo y necesario, recordando que nuestro compromiso con la verdad y la justicia implica estar en constante evolución y mejora. Siguiendo el ejemplo de José de la Luz y Caballero, debemos ser hombres y mujeres del futuro, dispuestos a enfrentar los retos con valentía y determinación, siempre guiados por nuestros valores y principios.

En conclusión, el aforismo de José de la Luz y Caballero nos recuerda que el cambio es parte esencial de la vida y que debemos abrazarlo con sabiduría y responsabilidad. Como miembros de la Orden Caballero de la Luz, tenemos el deber de ser agentes de transformación positiva en el mundo, manteniendo viva la llama de la justicia y la verdad en cada paso que damos hacia el futuro.