Para comprender más a la Orden Caballero de la Luz debemos estudiar las
alegorías que la conforman.
Sabemos que los símbolos representan la estructura más simple y completa de la
expresión gráfica de un pensamiento. La Psicología y la Psiquiatría basan muchos
de sus diagnósticos en los símbolos que una persona puede dibujar o interpretar,
sobre rasgos o datos previamente presentados ante el individuo.
El símbolo sugiere, por decirlo así, un pensamiento, un sentimiento, que, en
definitiva, es la reacción del individuo, y se puede definir mejor, como la
representación de una idea o conjunto de ellas, por asociación.
Se dice que los símbolos son el verdadero lenguaje universal, porque nos ofrecen
un mensaje a manera que permite entenderlo fácilmente, no dependiendo de las
palabras que formen los idiomas, para poder comprender las ideas expresadas.
El simbolismo es una parte muy importante en la vida diaria de los seres
humanos. La palabra impresa, es básicamente, un conjunto de alegorías que nos
indica determinadas ideas.
El automovilista ve constantemente señales del tránsito en su camino, indicativas
de algo que debe o no hacer; a menudo nos encontramos frente a nuestros ojos
signos matemáticos; o una figura de mujer con una venda en los ojos, una espada
en una mano y una balanza en otra, para simbolizar la justicia; o un poste o una
pequeña columna con franjas de colores que nos indica la existencia de una
barbería, etc.
Muchos de los productos de diario consumo los encontramos representados por
símbolos, que nos son tan conocidos y corrientes, que a veces ni los miramos, y
olvidamos que son signos que nos traen la visión interior de ideas gráficas.
A medida que el hombre avanza en sus conocimientos, adquiere un cúmulo
grande de atributos para interpretarlos. Cada ciencia, profesión, oficio y hasta
deporte, tiene su simbolismo específico.
Sin comprender su significado no podremos concebir la filosofía que ofrecemos.
Se define, entonces, el símbolo, como la expresión de las ideas representadas por
medio de imágenes, Nuestra Orden es esencialmente simbólica, y me atrevo a
asegurar que ni aún la tradición oral de nuestros ritos y usos, nos podrían afirmar
con precisión desde cuándo se inició nuestra simbología.
Ella se pierde en la noche de los tiempos y en el devenir de los siglos. Se ha
comprobado científicamente que el hombre primitivo grabó en las piedras, a
manera de jeroglífico, la naturaleza que le rodeaba, y logró impresionarle.
La simbología de la Orden Caballero de la Luz, lejos de parecer a extraños y
profanos una manera diferente de presentar la realidad humana, es una cantera
inmensa de pedagogía moral interpretativa.
Es una forma original de exteriorizar nuestra personalidad como código de
conducta transmisible a nuestros semejantes, con el fin y único propósito de educar
y proyectar la transparencia filosófica de amor, educación, benevolencia,
fraternidad, tolerancia, creatividad y energía positiva, de la inteligencia y la
sabiduría al servicio a la nación cubana y a la humanidad.
En la Orden a veces se hace referencia a un símbolo que nos recuerda una verdad
moral, que nos da una lección provechosa para el mejoramiento del individuo en
sociedad.
Las ceremonias rituales de los grados, están basadas en las más antiguas y
famosas fraternidades, en la Biblia, y en las enseñanzas de Don José de la Luz y
Caballero.
En ellas está comprendida toda la filosofía institucional.
GLP:. Nérida Pérez (FLU)
Dejenos su opinion sobre esto