En la historia de la humanidad, pocas figuras han dejado un legado tan duradero como Alejandro Magno, el gran conquistador macedonio cuyas hazañas militares y visión estratégica aún son estudiadas y admiradas en la actualidad. Entre las numerosas frases y enseñanzas atribuidas a Alejandro, una de las más impactantes es: “Ten presente que el destino de todos depende de la conducta de cada uno”. Esta afirmación encierra una profunda verdad sobre la responsabilidad individual y colectiva en la determinación del curso de la historia, una lección valiosa que debe resonar especialmente en el corazón de los miembros de la orden Caballero de la Luz.

Los Caballero de la Luz, se rigen por un código de honor y valores nobles, se comprometen a servir a los demás, proteger a los indefensos y luchar por su Patria, la justicia y la verdad. En su búsqueda de la excelencia moral y espiritual, los Caballero deben entender que cada acción, cada elección, cada decisión que toman tiene un impacto no solo en sus propias vidas, sino también en el destino de aquellos a quienes juraron proteger.

La frase de Alejandro Magno nos invita a reflexionar sobre el poder de nuestras acciones y la influencia que tenemos en el mundo que nos rodea. Cada acto de bondad, coraje o sacrificio contribuye a moldear el curso de la historia y a forjar un futuro mejor para todos. Los Caballero de la Luz, al abrazar esta enseñanza, deberán comprometerse a ser ejemplos de rectitud y virtud, guiados por un sentido profundo de responsabilidad hacia los demás y hacia el mundo en el que viven.

En un mundo lleno de desafíos y adversidades, los Caballero de la Luz se erigen como faros de esperanza y guía, recordando a todos que el destino de todos y de la orden depende de las acciones individuales de cada uno. Al mantenerse fieles a sus principios y valores, los Caballero inspiraran a otros a seguir su ejemplo y a unirse en la lucha por un mundo más justo y equitativo.

En última instancia, la frase de Alejandro Magno resuena como un recordatorio poderoso para los Caballero de la Luz: De que su conducta, sus elecciones y sus acciones no solo definen su propio destino, sino también el destino de aquellos a quienes juraron proteger. En un mundo necesitado de valentía, integridad y compasión, los Caballero de la Luz son llamados a ser guardianes del bien, portadores de esperanza y defensores de la verdad.

Que cada miembro de la orden se esfuerce por vivir según estos principios, recordando siempre que el destino de la orden y de todos los cubanos está en sus manos.

Inspirado por el legado del Gran conquistador: