Reunidos los Caballeros y Discípulos de Don José, quisiera exhortar a quien, después de mi proyección, me haga entrar en razón o me dé una idea más clara que al escucharla, exclamara ¡mi hermano me equivoque¡

El motivo es muy sencillo, es mi forma de pensar ya que intento demostrar lo que muchos y tantos callamos, que hay hermanos y otros HERMANOS y me cuesta ser igual.

Cuando apenas vi la Luz que la Orden me brindo una D, se coloco en el mandil de un Hombre Nuevo, la instrucción oportuna luego, devino en educación y entre hermanos y un montón de caras con alegría comprendí que así me unía a una noble Institución.

Así sesión tras sesión conociendo y aprendiendo, día a día recibiendo el abrazo fraternal aprendiendo a valorar nuestra historia en el taller, enraizando en mí el deber de asistir a este lugar.

Entonces como callar, como aligerar el alma, como no perder la calma con tanto Caballerismo, como convencerme a mí mismo de que todo marcha bien, si hay hermanos que están Bien y la Logia les da lo mismo.

Será olvido o cinismo, será falta de motivación, será la falta de Unión o trabajo colectivo, me pregunto y no consigo encontrar la explicación.

Más aun crece mi indigno, cuando veo a mis mayores, con achaques con dolores, con toda una vida echada, sentir placer más que nada, de asistir a convocar dando ejemplo y la moral de manera continuada.

Yo admiro la democracia, la justeza en nuestra Ley, donde, por mayoría debe ser, alguna decisión tomada, no encuentro justificado el silencio en quien nos visita, donde un saludo una frase cortica le reserva el contenido, cuando ese hermano ha venido a preocuparse de que nos pasa, siendo más hermano mío que muchos que tengo en casa.

Pero tengo Fe en el Señor que ilumine sus caminos, que encamine los destinos de mis hermanos ausentes, que la Luz que se ha olvidado sea recuperada pronto, que en sesión sea encontrado el calor de aquellas manos.

Un beso a mis bellos hermanos, de aquí y en los que al visitar, siento que puedo encontrar lo mejor de Don José, no se tu, no se usted, Honor a quien Honor merece, disculpen al hermano este, pero no me puedo callar.

LP:. Miguel Velazco Aguirre. (San Roman Toledo No.218, GLC)