Se acerca la Navidad, fiesta tradicional que tiene por objeto reunir a los seres humanos para recordarles el advenimiento de Jesús, aquel que nos dijo: “Amaos los unos a los otros”.
En estas festividades es costumbre hacerse regalos mutuamente como prueba de afecto y amistad, y como símbolo de la fraternidad humana; también reunirse y celebrar la tradicional cena, reafirmando la unidad de la familia, base de nuestra sociedad.
Si alguien le preguntara a un Caballero de la Luz o a una Sacerdotisa del Hogar por qué su Orden ha subsistido tantos años, responderían: porque siempre en ella ha habido un grupo de hombres y mujeres que han sido fieles a sus principios, que son de Educación, de Benevolencia y de Fraternidad, que han trabajado con interés, y han sentido la necesidad que tienen de que se les trate con respeto, comprensión y tolerancia.
Y mientras en el seno de nuestra Institución haya miembros de este calibre humano, la Orden Caballero de la Luz, subsistirá a través del tiempo. Jamás los valores positivos de un pueblo pueden ser destruidos.
En estas Navidades la familia cubana se encuentra dispersa. Y las fiestas navideñas nos traen recuerdos, al pensar en los que no tenemos a nuestro lado. A pesar de todo, celebraremos estas fechas, porque es un deber encarnar las tradiciones, fortalecer a la familia, mantener la unidad cultural y rendir homenaje a JESÚS.
Las Logias de la Federación de Logias Unidas, y los miembros de la Orden felicitan a todos sus hermanos y ruegan permanentemente por el reencuentro pendiente.
Desde este humilde, pero sacrosanto lugar, al que denominamos Templo, elevemos nuestras preces al Sublime Luminar del Universo, para que el nuevo año, sea pletórico en dichas.
Roguemos porque cada miembro de la Orden, tenga presente, la necesidad de libertad, de justicia, de democracia, de respeto al libre albedrío y a la libertad de opinión.
Roguemos por los cubanos diseminados por todo el globo terráqueo y por los que subsisten en nuestro terruño natal, por los enfermos, por los que sufren, padecen injusticias.
Roguemos, porque veamos con benevolencia los desaciertos de nuestros Hermanos, contribuyendo unidos a restaurar los males, cicatrizando las heridas.
Oremos por la unificación y la reconciliación entre todos los miembros de la Orden Caballero(s) de la Luz; de la paz necesitada y de la libertad ansiada.
Líbranos Dios de los males que atan y las doctrinas que matan.
Oremos unidos, porque se haga la LUZ.
GLP:. Juan R. González (F.L.U)
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