¿TIENES HERMANOS? … CUENTA CON ELLOS!

Dios nos dio parientes; gracias a Dios,

Podemos elegir a nuestros hermanos.

Siempre creí que el privilegio, el alivio y el consuelo mas grande de esta Orden consiste en que no es necesario explicar muchas cosas.

No es preciso hablar…

Los silencios entre Hermanos constituyen auténticas conversaciones. Lo que importa no es lo que se dice, sino lo que jamás resulta preciso decir. El simple reconocimiento de una Hermano torna posible resistir la soledad, la enfermedad, la adversidad, la confusión, aunque el Hermano carezca de medios para ayudarte basta con que exista. La buena hermandad no mengua con la distancia, ni con el tiempo, la reclusión o la guerra, el sufrimiento o el silencio. Es allí donde más hondamente arraiga. Es allí donde florece.

Un Hermano es la persona con quien te atreves a ser la mejor versión de ti mismo, un hermano escucha la canción de tu corazón y te la canta cuando te falla la memoria. No esperes a que tu hermano venga a descubrirte su necesidad: ayúdale antes.

“QUEDARSE “es una palabra encantadora en el vocabulario de un Hermano.

Lo que más nos sostiene no es tanto la ayuda de nuestros Hermanos como la seguridad de saber que podemos contar con ellos.

Cuando tu hermano precisa, no hay mañana…

Y es que mis Hermanos han hecho la historia de mi vida, de mil maneras mudaron mis limitaciones en privilegios maravillosos y me permitieron caminar sereno y feliz entre las sombras creadas por mi privación, mostrándome siempre que …solo si se sabe, se puede divisar el bien…

L.P: Javier Alvarez Rodríguez

Soles y Rayos de Oriente No.7

Montevideo, Uruguay