El poder multiplicador del número tres es único., es “una piedra angular”, y un símbolo de derivación en la mística de la Orden Caballero de la Luz, como fuente de inspiración y de aprendizaje de sus principios fundamentales.

Para Platón, el 3 era la imagen del Sublime Luminar del Universo en sus 3 personalidades: la material, la espiritual y la intelectual.

Para Aristóteles, el 3 determinaba la unidad del hombre, y en su filosofía el 3 contiene en sí, al principio y al fin.

Para Pitágoras, la ciencia de los números tenía como base de operaciones el número 3, considerada como “cifra de virtud secreta digna de admiración y de estudio”. El 3 era el número de “la constitución del universo”.

Pasemos a estudiar el simbolismo del 3 para los Caballeros de la Luz y las Sacerdotisas del Hogar, llevando como premisa lo planteado por esos tres grandes sabios.

El hombre se encuentra dotado de 3 potencias intelectuales: la memoria, el entendimiento y la voluntad. Y posee 3 factores esenciales de vida: el cuerpo, el alma y el espíritu.

La naturaleza fecunda se sostiene en 3 elementos: el agua, la atmósfera y la luz solar.

La descomposición de la luz, a través del prisma, exhibe los 3 colores primarios: el amarillo, el rojo y el azul.

El aspirante a Caballero de la Luz debe contestar 3 preguntas.

La trilogía de la Orden con el fin de laborar por el progreso de la Humanidad es: Educación, Benevolencia y Fraternidad. 3 enseñanzas legadas al pueblo por Don José de la Luz y Caballero.

Los viajes que realiza el candidato a través del Templo son 3: nacimiento, crecimiento y muerte.

Los miembros de la Orden se reconocen por 3 elementos: signos, palabras y toques.

Al Foco Lumínico se asciende por tres escalones que significan los tres grados de la Orden y simbolizan: la materia, el espíritu y el alma.

La base del Ara se compone de 3 triángulos equiláteros superpuestos.

El triángulo equilátero tiene 3 lados iguales y 3 ángulos iguales. Cada uno de ellos simboliza un grado y cada grado 3 virtudes sobresalientes.

El mandil del Caballero de la Luz y la insignia de la Orden contienen los 3 colores: blanco, azul y rojo, que simbolizan los 3 grados.

3 golpes de mallete terminan en la paz que todos necesitamos.

Las baterías se desarrollan en 3 tiempos que simbolizan los 3 grados.

Los collarines de los Supremos y Grandes Funcionarios tienen 3 estrellas que indican el Organismo que dirigen.

En todas las ceremonias se usan 3 candelabros.

La cantidad de acepciones, analogías, homologías y significado, que encierra simbólicamente el número 3 dentro de nuestra filosofía, es enorme.

Todo en el Grado de Discípulo y de Sacerdotisa del Hogar gira alrededor del 3.

Las luces que recibe el neófito al ser purificado son 3: la del Sublime Luminar del Universo, la suya interna y la de la fraternidad.

Son 3 los grados simbólicos, y 3 los valores. El tiempo de marcha se divide en 3 partes: pasado, presente y futuro.

El Caballero de la Luz tiene ante sí 3 misterios: ¿De dónde viene, ¿Quién es?, ¿A dónde va?

El Caballero de la Luz tiene 3 capítulos: nace, se reproduce y muere.

El número 3  está en perfecta correlación con el toque, la batería y los lados del triángulo.

Debido al carácter iniciático de la Orden, la finalidad del símbolo no es servir de medio de comunicación, o como código que permita descifrar determinado contenido, sino que el objetivo es buscar que produzca una sensación afectiva y espiritual.

Lo importante no es creer en el símbolo, sino comprenderlo como vehículo de conocimiento, y no como objeto de culto.

El número 3 no es un concepto cuantitativo o numérico, sino filosófico, directamente implicado en los distintos ritos iniciáticos. Es un símbolo de derivación interpretativa en la alegoría institucional, como fuente de inspiración y de aprendizaje de muchos de nuestros principios fundamentales.  Es el número representativo de los grados, por lo tanto cada miembro debe enorgullecerse de poder agregar a su firma los 3 puntos horizontales que representan la trilogía institucional.

GLP:. Nérida Pérez. (F.L.U.F)

(Fragmentos del libro “Nuestro Esfuerzo”)