Por Jorge Portuondo Jorge, Gran Luminar Pasado
Siempre se ha asociado a nuestras instituciones fraternales con lo secreto. Y quizás el único
secreto que mantenemos es el código que recibimos en la ceremonia de iniciación de cada
grado, para reconocernos.
Esto nos permite saber que la persona, con la que ocasionalmente nos hemos encontrado,
es nuestro hermano fraternal.
En todo lo demás somos discretos, estamos expuestos, porque nuestros objetivos y
procedimientos, no difieren hoy de otros círculos que se parecen, como los leones, rotarios,
kiwanis, partidos políticos o sindicatos.
Sin embargo, a pesar de la difusión a través de libros y de internet, siguen ignorando qué
pensamos y qué hacemos.
La Orden Caballero de la Luz es una organización iniciática y patriótica. ¿Cómo se ingresa
en ella?
Primero, hay una entrevista en la que el candidato es analizado en sus criterios y en sus
ideas por algunos miembros. Incluso tratamos de que la familia sea enterada de su posible
incorporación, para que no surjan conflictos.
Tras ser aprobado, se le indica el día y la hora en que deberá presentarse para cumplir con
la ceremonia de iniciación, parecida a la que se realizaba en la Edad Media cuando alguien
era armado caballero.
¿Existe una ideología política o una convicción religiosa que define al Caballero de la Luz?
Cualquiera puede ser miembro. Lo único que se le exige es que crea en un Ser Supremo. Y
que sea una persona honorable y de buena conducta.
Sin un principio creador todo quedaría en manos del azar y de ese modo no sólo la ética
sino la existencia, carecería de justificación y de sentido.
Ese origen universal, ese Creador es el Sublime Luminar del Universo. Equivale a Dios o a
Jehová.
Es algo que no se puede explicar, pero sabemos que existe, como sabemos también que
existe un más allá.
Y si la Patria peligra, se encuentra secuestrada y sufren sus hijos, los Caballeros de la Luz
tenemos que luchar por redimirla, para que nuestros hermanos se sientan y actúen
libremente.
¿Los Caballeros de la Luz creemos en una vida más allá de la muerte? Creemos en la
supervivencia del alma.
Si se presenta un ateo, se trata de dialogar con él para que pueda interpretar los
fundamentos de tal concepción. Pero si no acepta la premisa del Ser Supremo, del Gran
Creador, no puede ingresar en la Orden.
¿Y alguien que profesa una religión? No implica un impedimento. Hay católicos, cristianos y
judíos practicantes, que integran la Orden Caballero de la Luz.
De todos modos, los temas religiosos y políticos quedan fuera de las consideraciones
institucionales. Cada uno resuelve esos aspectos en un plano estrictamente personal.
Eso sí, admitimos que se traten temas en defensa de los principios democráticos, y la
lealtad a la patria, en una lucha abierta contra todo enemigo de la Paz, la Libertad, la
Justicia y la Democracia.
Las logias realizan reuniones semanales. En su transcurso los miembros exponen un tema
específico sobre el que se opina, pero no se dialoga.
Cuando nos preguntan ¿en qué consiste la Orden Caballero de la Luz? Respondemos que es
una institución fraternal formadora de hombres y mujeres dedicados a la hermandad
humana y a la patria cubana.
Lo que buscamos es que el miembro sea, en su vida diaria: ético, diferente, de conducta
recta, que a través del ejemplo contagie a quienes lo rodean. Que sea útil a la familia y a la
sociedad. Su mayor beneficio consistirá en la satisfacción de hacer una obra de bien, y ser
apreciado y respetado por eso.
La Orden Caballero de la Luz, creada para servir a Cuba y a la Humanidad el día 9 de mayo
de 1873, trata de cumplir los ideales que nos legó el Sabio Educador Cubano DON JOSÉ DE
LA LUZ Y CABALLERO.
Somos una sociedad filantrópica, progresista, patriótica y de beneficencia. Por eso nuestros
objetivos están aún vigentes, y los Caballeros de la Luz y las Sacerdotisas del Hogar
seguimos comprometidos.
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