Hermanos y hermanas hoy celebramos dos fechas de relevancia para nosotros la fundación de la orden Caballero de la luz el 9 de mayo de 1873 y el día de las madres, ese ser especial que nos dio la vida que nos cuido y enseño valores que  nos marcarían para siempre, nuestras madres nos convirtieron en lo que somos hoy hombres y mujeres  de bien con capacidad para amar y luchar por nuestros sueños, ellas son las que siempre han luchado contra viento y marea sin importarles las carencias materiales, las que hacen grandes colas para llevar los alimentos a casa, las que cuidan los enfermos en nuestro hospitales, las que están en la línea roja en la lucha contra la pandemia porque saben que en esa lucha les va la vida de sus hijos, las que como Mariana incitaron a sus hijos en la lucha por la libertad de la patria y no desmayaron en la manigua para cuidar los heridos y estuvieron siempre dispuestas a entregar su vida por la libertad e independencia de la patria porque estaban seguras que sería el bienestar de sus hijos y familias, a ellas la que no desmayan y siguen siendo la columna vertebral de nuestros hogares vaya hoy nuestro más sincero homenaje y agradecimiento por tanta entrega y tanto amor.

Nuestra cubanísima y patriótica orden, concebida para colaborar en todo lo que fuera preciso para la libertad y la independencia de Cuba, desde su misma fundación el 9 de mayo 1873 en la ciudad de Filadelfia. La que colaboro con Martí en la fundación del Partido Revolucionario Cubano y la guerra de 1895. La que acopio recursos de todo tipo incluyendo  pertrechos de guerra, la que recibió en su seno a hombres de la talla de González Curbelo nuestro fundador, José Dolores Pollo, Tomas Estrada Palma,  Juan Gualberto Gómez y otros insignes patriotas que la honraron con su ejemplo. La cubanísima que al instaurarse la república trabajo sin descanso por llevar la educación a todos los rincones de la isla, la que formo ciudadanos ejemplares para la patria de todos, la que defendió la democracia siempre que estuvo en peligro, en fin nuestra amada y gloriosa Orden Caballero de la Luz que tomo los apellidos del cubano ilustre pero sencillo que como dijo Martí prefirió a la gloria de su persona ponerse calladamente de cimiento a la gloria de la patria y que fue maestro de escuela para que Cuba fuera libre Don José de la Luz Y Caballero.

Hoy que no está completa la obra que es preciso defender el derecho de todo hombre a pensar, que es preciso trabajar por un país inclusivo donde todos tengamos derecho a pensar y trabajar por una patria nueva, nosotros los caballeros de la luz estamos obligados a continuar el sendero que nos marcaron los que nos antecedieron  porque siempre que hay un hombre desgraciado otro será culpable y no habrá descanso. Porque solo en la tumba descansa el verdadero Caballero de la Luz.

Hoy quiero llamar a todos mis hermanos a fortalecer nuestra orden respetando sus leyes y contribuyendo a formar hombres dignos de sana moral que puedan contribuir al bienestar de la patria y de todos sus ciudadanos, solo así seremos dignos del título que nos acompaña Caballero de la Luz. Reciban pues en este día mis más sinceras felicitaciones y celébrenlo como la fiesta del espíritu y la libertad junto a sus madres y nuestras hermanas las sacerdotisas del Hogar.

En honor de Santiago Nogeras G.L.P y miembro de honor de nuestro taller.