Estimado Don José, deseo con la presente, que estas sencillas líneas sean de su agradar, espero pueda encontrar, alguna noticia nueva, que le asombre, le conmueva que calme su sopesar.
Aunque escriba en singular quiero dejar bien en claro, que es la voz de mis Hermanos la que voy a encomendar. Me disculpa el expresar mi dialecto, mi decir; para escribir el sentir no se puede rebuscar.
Aquí me encuentro, en su Habana, en su entorno terrenal, en sus calles, en el lugar, donde su historia creara.
Aquí en la vieja Habana, donde su raíz sembró, ese árbol germinó, tiene frutos y muchas ramas. Un Hermano lo cuido, rego agua, multiplicó y sus semillas esparció en la patria que tanto amaba.
Dejo la parte formal que toda carta amerita como cubano con confiancita ahora me voy a expresar:
Ya que estas Tu en el cielo con Dios y otros Hermanos, un mensaje a mis paisanos y a Dios hazle llegar…
-Dile al hermano Martí que su obra es estudiada, que sus letras son sagradas, que entendí el mensaje claro, que estoy de acuerdo con él, en todo cuanto vivió, en todo lo que pensó, en sus gustos, en lo bueno y en lo malo.
Con Justicia lo adoramos y brindamos con Ginebra, pues su pensamiento encierra lo mejor de ser cubano. Que lo espero en la sesión, donde lo quiero escuchar, cuando valla a resumir y a elevar nuestra oración.
-Comunícale a Varela que aprendimos en pensar, que nadie nos va a explicar lo que debe ser correcto, que aprendimos a andar rectos por el sendero fraternal, nuestra arma es la moral, nuestro escudo los conceptos.
Dígale que su cátedra en el Seminario de San Carlos, tuvimos que transformarla al tiempo en el que vivimos, las molestias las sentimos, trabajamos por un mundo mejor, ahora es el Instructor que guía nuestro destino.
Busca a papa Curbelo, que te de las instrucciones, los rituales, los honores que su obra hizo legar.
-Mencionale que su pensar en Unión lo convertimos que no hay placer mas divino que su proclama espiritual.
Estimado Don José, nuestro padre inspirador de nosotros el mejor por su ejemplo y su verdad, aquí esperamos, con amor en la próxima sesión, pase desde la Unión directo hasta su sitial, entre sin vacilar y tome el mallete en la mano, pues en esta Orden y entre mis Hermanos, usted es el Sublime Luminar.

Por Hno:. Miguel Velazco Aguirre