En cierta ocasión se interpelo al Maestro… Y cuál será, Maestro entre todos, su Discípulo Preferido
A lo cual respondió:
El Discípulo preferido, aquel a quien me dedico en cuerpo y alma:
El que está enfermo, hasta que sane.
El que partió, hasta que vuelva.
El que ha perdido el aliento, hasta que descanse.
El que está con hambre, hasta que se alimente.
El que está con sed, hasta que beba.
El que está estudiando, hasta que aprenda.
El que está desnudo, hasta que se vista.
El que no trabaja, hasta que se emplee.
El que debe, hasta que pague.
El que prometió, hasta que cumpla.
El descorazonado, hasta que encuentre consuelo.
Un Caballero de la Luz, siempre ve en su Hermano la esperanza dormida que un día despertará. Su fe siempre la sostiene.
…Anónimo…
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