Elegante es quien sabe elegir… No se si lo sabias, pero la palabra elegante significa eso (quién sabe elegir), etimológicamente elegante se relaciona con la idea de alguien que elige con buen gusto y que posee distinción en sus elecciones, por eso la elegancia va mucho más allá de la mera apariencia física y de la moda, la elegancia verdadera no se limita a la vestimenta externa, sino que se extiende a todas las decisiones y elecciones que hacemos en nuestras vidas.

Por ejemplo, seleccionar a nuestro entorno más íntimo, amistades, hermanos fraternales es un elemento fundamental de nuestra vida social, de nuestra vida, por lo tanto saber elegir bien nuestros afectos nos permite rodearnos de personas que nos inspiran, apoyan y ayudan a crecer como seres humanos.

La elección de esas personas cercanas con las que compartimos valores y nos desafían positivamente pueden enriquecer nuestra vida de manera significativa, también la elección de cómo vivir es una decisión que define nuestra forma de existencia, nuestras prioridades, la elegancia radica también en la capacidad de discernir qué tipo de vida se alinea mejor con nuestros valores y nos brinda una mayor satisfacción y plenitud.

La elección de los valores que queremos que definan nuestra vida también es crucial, la elegancia se encuentra en esa capacidad que tenemos de identificar y elegir los principios y creencias que guiarán nuestras acciones y decisiones.

Al elegir valores como la gratitud, el respeto, la determinación, la humildad, la empatía o la integridad, nos ubicamos en un camino de autenticidad y de coherencia, además la elección de nuestra mejor aptitud a la hora de vivir ante cualquier circunstancia, es un aspecto esencial de la elegancia, aunque no siempre podemos conducir las circunstancias externas, pero siempre podemos elegir cómo respondemos ante ellas, la actitud marca sin duda la diferencia en la calidad de estras vidas, sobre todo las interacciones con los demás.

La elegancia determina una actitud que finalmente nos permita enfrentarnos a los desafíos vitales con fuerza de ánimo, resiliencia y optimismo.

En resumen si ser elegante, es saber elegir ampliemos entonces la definición de elegante, más la del estilo, de las prendas, de las fragancias, hay digámoslo así, una elegancia de tipo espiritual que nos invita a reflexionar sobre todas las áreas de nuestras vidas en las que podemos ejercer nuestra capacidad de elección, va más allá de la moda y nos recuerda que la verdadera elegancia se encuentra en la sabiduría para elegir amigos, como vivimos, con qué valores y actitudes, para poder alcanzar una vida auténtica significativa para nosotros y para nuestro entorno.