No permitas que las palabras o acciones malintencionadas de otras personas afecten de ninguna manera lo fundamental. En lugar de caer en la trampa de la ira, del resentimiento, de la venganza, esta frase nos enseña a no prestar atención a aquellos que tienen mala intención, al hacerlo demostramos que su comportamiento u opinión no nos afecta y que no tienen poder sobre nosotros.

y es que no vale para nada la pena gastar la energía o el tiempo en brindar explicaciones a este tipo de personas, porque quien en verdad te piensa bien no las necesita y por el contrario quien te critica destructiva y negativamente y mal intencionada, pues no te va a escuchar.

Este aforismo, o esta frase nos llama a mantener nuestra dignidad y nuestra integridad personal en momentos difíciles. al no hacer aprecio de los comentarios negativos, gratuitos o dañinos te proteges emocionalmente y preservas tu autoestima. no permitas que las críticas destructivas te definan o te afecten, pero es bueno recordar que esta frase no debe ser una excusa para evitar abordar las verdaderas críticas constructivas que requieren de nuestra atención, reflexión y voluntad de mejora.

Ese tipo de planteamientos si que son útiles sobre todo, cuando vienen de alguien que lo hace con respeto y con valor, destacable fijarse que las criticas de otros no te definen, te definen mucho más y mucho mejor la manera en la que gestionas esas críticas.