No vives a la altura de tus capacidades, vives a la altura de tus creencias. tus creencias condicionan tus percepciones y ambas creencias y percepciones moldean la forma que tenemos de vivir y de aprovechar nuestras capacidades y potencialidades, por esta razón tus creencias más que tus habilidades son los principales detonantes para lograr alcanzar el máximo de tu realización personal.
Si tus creencias están limitadas por el miedo, la duda o la autolimitación, es probable que no aproveches plenamente tus capacidades y así es que muchas personas se quedan por debajo de su verdadero potencial, además nuestras creencias también influyen en nuestras actitudes y comportamientos y en nuestros hábitos por supuesto.
Si una persona cree que es capaz se sentirá motivada y confiada para asumir desafíos y superar obstáculos, por otro lado si esas creencias están arraigadas en percepción negativa o en la falta de confianza es muy probable que la persona sienta desaliento y evite tomar riesgos o enfrentar situaciones difíciles.
En última instancia nuestras creencias influyen en nuestras elecciones y en nuestras acciones y estas elecciones y acciones determinan en gran medida los resultados que experimentamos a lo largo de nuestras vidas, a lo largo de nuestra existencia.
Es importante destacar que nuestras creencias no siempre reflejan la realidad objetiva, pueden estar estas creencias basadas en experiencias vividas, en influencias culturales, en opiniones de los demás o incluso en ideas limitantes que tenemos internalizadas, sin embargo con independencia de su validez objetiva nuestras creencias tienen el enorme poder de influir decisivamente en la percepción y construcción de nuestra realidad subjetiva y en consecuencia en cómo dialogamos con el mundo y cómo actuamos.
Al identificar y desafiar esas creencias negativas o limitantes, nos podemos abrir a nuevas posibilidades y expandirnos tanto como en realidad es posible y dejar de tener pensamientos torturadores, cuando cambiamos creencias destructivas por creencias más positivas y fortalecedoras desarrollamos nuestro potencial para elegir una vida mucho mejor, más significativa, con más sentido y más satisfactoria.
¿ Como? pues a través de la educación, a través de la voluntad de crecimiento y mejora, adquiriendo nuevos conocimientos y experiencias, podemos desafiar e ir a reemplazando las creencias destructivas por creencias mucho más empoderadoras y alineadas con nuestro verdadero potencial para así vivir una vida mucho más plena, mucho más consciente y mucho más realizada.
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