El escudo de la Logia de Sacerdotisas del Hogar Rosita Trujillo No. 36, perteneciente a la Orden Caballero de la Luz, es una representación viva del legado, la virtud y el ejemplo de su ilustre patronímico: Rosita Trujillo, pedagoga notable, escritora, filósofa y filántropa, cuyo accionar fecundo e incansable en favor de los más necesitados, especialmente los niños, trasciende el tiempo y las generaciones.

Su temprana partida, en la flor de la juventud, no apagó la luz de su obra; por el contrario, sembró en el corazón de las mujeres que integran esta Logia el compromiso de mantener vivo su recuerdo a través de la acción fraternal, la educación y el servicio al prójimo.

El escudo se estructura en torno a los siguientes símbolos y elementos fundamentales:

El retrato de Rosita Trujillo en el centro del blasón, irradiando luz, es emblema del alma pura, del ideal pedagógico y del amor entregado sin reservas. Representa la guía espiritual y el espejo en el que las sacerdotisas miran su vocación de servicio.

El sol radiante detrás de su imagen es símbolo de la luz del conocimiento, la esperanza, y la claridad moral que su vida inspira.

El símbolo de las Sacerdotisas del Hogar se integra respetando los colores rojo, blanco y azul, y presenta los siguientes significados:

Letra F (Familia): Pilar fundamental de la sociedad, ámbito donde nacen los primeros valores y virtudes.

Letra H (Humildad): Actitud que ennoblece el espíritu y abre el corazón a la comprensión y el servicio desinteresado.

Letra B (Bondad): Virtud que guía cada acción hacia el bien común, la compasión y la ayuda a los demás.

Letra A (Amor): Fuerza superior que cohesiona la labor fraternal, el principio motor de la entrega y el sacrificio, elevando la acción humana a su máxima expresión.

La balanza dorada al centro del símbolo es la representación de la justicia, el equilibrio y la equidad que deben prevalecer en las acciones y decisiones de quienes integran la Logia.

El libro abierto en el pétalo azul es alegoría del conocimiento, la sabiduría y la educación como caminos hacia la libertad y el progreso, valores esenciales en la vida y obra de Rosita Trujillo.

El número 36, distintivo de la Logia, encierra la continuidad de esta labor y la identidad de la agrupación dentro del seno de la Orden.

El triángulo con la letra A sobre la cinta superior representa el Amor como cúspide y fundamento del accionar de las sacerdotisas, guiadas por el respeto, la equidad y la fraternidad.

Cada elemento de este escudo es más que un símbolo; es una invitación a recordar, honrar y perpetuar el mensaje de Rosita Trujillo: educar con amor, servir con humildad, actuar con bondad y proteger siempre a la familia.