El escudo de la Centenaria Logia Optimismo No. 10, fundado en el año 1919, sintetiza la esencia histórica y espiritual de una de las logias matrices de la Orden Caballero de la Luz en la República de Cuba. Enraizada en los principios fundacionales de la institución, Optimismo No. 10 forma parte del llamado “Triángulo Perfecto”, núcleo originario y símbolo de unidad, equilibrio y propósito dentro de la naciente Orden en territorio cubano.
El Sol Naciente, al fondo del emblema, representa la luz eterna de la verdad, el despertar de la conciencia y la esperanza en el porvenir. Es además emblema de la continuidad, del renacimiento diario de los ideales de la Orden, siempre guiados por la fuerza de la virtud.
El triángulo blanco, corazón del escudo, sostiene en sus vértices las letras D, H y L, siglas sagradas que resumen los principios de la institución:
D: Discípulo, símbolo del aprendizaje constante.
H: Hombre, llamado a la virtud y la acción moral.
L: Lealtad, columna vertebral del compromiso y la permanencia.
Las plumas doradas cruzadas evocan el pensamiento elevado, la palabra justa y la acción noble. Son testimonio del deber cumplido, la enseñanza impartida y la historia escrita con honor por generaciones de hombres de luz.
El uso de los colores tricolores (rojo, blanco y azul) entrelaza la historia de la Orden con la identidad patriótica, integrando a la Logia con el alma de la nación. El escudo dorado que lo enmarca simboliza la nobleza del espíritu, la unidad inviolable y la fortaleza institucional.
Finalmente, el número “No. 10”, inscrito en la base del emblema, recuerda que esta logia no es solo una fundadora en lo cronológico, sino un pilar esencial en la arquitectura espiritual y organizativa de la Orden Caballero de la Luz
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